AISLAMIENTO -CONSECUENCIAS EN LA INFANCIA.
Son tantas las preguntas, las dudas, los miedos y el desconcierto que circula ,que los invito a recorrer esta entrevista con la Licenciada en Psicología Gisela Constantino.
1- Hoy a 5 meses de esta pandemia, a nosotros como
adultos no es difícil superar o disimular frente a nuestros hijos esta
situacion de desconcierto, de contradicciones, de idas y vueltas. ¿Cuál sería
la mejor manera de acompañarlos cuando
los envuelve la apatía, el desgano, el enojo, la tristeza?
A nuestros hijos les ha tocado adaptarse a una nueva situación mientras se busca la mejor manera de lidiar con la pandemia. Algunos se empiezan a acostumbrar al aprendizaje a distancia otros no se han podido siquiera conectar con su escuela. Pero a medida que pasan los días y se extiende esta nueva “normalidad” la vida en cuarentena puede estar afectándoles emocional y psicológicamente, empezar a manifestar angustia, depresión, ansiedad, miedo… no siempre es fácil detectar estas emociones en los adolescentes y niños.
Y es aquí cuando la familia es más importante que nunca, los adultos como sostén. Si es posible, se recomienda crear nuevas rutinas que brinden una sensación de estabilidad en los niños, programar noches familiares de películas, torneos de juegos y video chats con familiares y amigos, ya que la distancia debe ser física pero no social o emocional.
Pueden hacer que la hora de comer sea divertida con noches temáticas. Permitir a nuestros hijos que elijan ideas y ayuden a planificarlas. Además, no debemos olvidar lo más importante que es el poder de la “PALABRA”, poder dialogar con ellos, preguntarles cómo están, si necesitan algo, conversar de cosas cotidianas y muchas veces sencillas que no tengan que ver con la situación sanitaria ni social que estamos atravesando.
Poder poner en palabras ayuda a sacar de nuestra mente
pensamientos negativos que podemos llegar a tener, no debemos subestimar el
poder de la palabra.
RECOMENDACIONES
PARA CONTENER A NIÑOS Y NIÑAS:
· Evitar que se expongan
mucho tiempo a noticias sobre el problema, aunque el tratamiento sea adecuado:
el tiempo que dedicamos a un tema también puede generar inquietud, aunque el
tono no sea alarmista.
·
No involucrarlos en
conversaciones de adultos sobre la situación: aunque no estemos hablando con
ellos, saben de lo que hablamos y sacan sus conclusiones.
·
Dedicar tiempo a
conversar sobre sus dudas e inquietudes, en un lenguaje adaptado a su capacidad
de comprensión, pero no engañoso.
·
Insistir en hábitos
saludables como el lavado de manos con agua y jabón.
·
Recordarles cuáles son
las medidas higiénicas que protegen a los demás, por ejemplo: el uso de
pañuelos y servilletas, evitar compartir cubiertos y vasos.
RECOMENDACIONES
PARA CONTENER A LOS Y LAS ADOLESCENTES
·
Escuchar sus
preocupaciones, responder a sus preguntas, sumar sus propuestas para mitigar
riesgos.
·
Evitar la exposición
excesiva a las noticias en Internet y en medios audiovisuales. Conversar sobre
los efectos de la sobresaturación y las noticias falsas.
·
Contener las diferentes
reacciones emocionales que pueden expresar y explicarles que son reacciones
normales ante una situación anormal.
·
Animarlos a expresar y
comunicar sus sentimientos.
·
Evitar que pasen todo el
día conectados a las pantallas: proponer nuevas rutinas para asegurar tiempo de
estudio y actividad física.
2- ¿El niño supera, transita esta etapa de manera muy distinta a nosotros los adultos? ¿Cuál sería el recurso o las herramientas que se valen los niños en situaciones extremas?
El aislamiento preventivo, social y obligatorio para frenar el avance del coronavirus significó una alteración drástica de la rutina de los más chicos, una mayor cantidad de tiempo con la tecnología y el sedentarismo, por ejemplo, son algunas de las características de la nueva “normalidad”. Los niños transitan esta etapa de manera distinta a los adultos por las características evolutivas y madurativas de su edad cronológica.
Pero no debemos olvidar que a los niños también les afecta toda esta crisis, captan los estados emocionales y pueden expresarlo de formas que en ciertas ocasiones resultan incómodas o conflictivas. Es indudable que esta crisis mundial nos afecta a todos. Los adultos se encuentran inmersos en preocupaciones por lo económico, lo laboral y temores por la salud, esto les ocasiona niveles elevados de exigencia para madres y padres, que deben responder a este nuevo escenario familiar y social.
Pienso que se presenta un desafío, pero también como una oportunidad, la de ser creativos, la de re-encontrarse con uno mismo y con sus hijos, de conocerse en profundidad, en la búsqueda de encuentros ligados a la comunicación y a la imaginación.
Los niños requieren más del contacto físico, el cara a cara que los adultos por ejemplo. Los adolescentes son más sedentarios y hoy se les están habilitando permisos que no tienen habitualmente, como quedarse hasta altas horas conectados, la tecnología los ayuda a seguir hiperconectados.
Los niños hoy más que nunca, están tomando conciencia de lo importante que puede llegar a ser la higiene personal. Ya no es solo cuestión de que los niños sepan que deben bañarse o lavarse los dientes a diario, sino que en nuestro día a día, vemos como el lavado de manos es una de las claves para poder hacer frente la pandemia de covid-19. Es importante, que como adultos tomemos conciencia que nuestros hijos aprender más de nuestras acciones que de lo que decimos, por ello la primera pauta es dar un buen ejemplo, el niño o niña aprende imitando el comportamiento de los adultos que son importantes para él, pero cuidado porque esto solo suceder durante un corto periodo de tiempo en la edad infantil.
A medida que el niño crezca y tenga más autonomía querrá hacer las cosas por sí mismo, de modo que aprovechemos que son pequeños para inculcarle buenos hábitos como el de la higiene. Y en esta pandemia es una oportunidad para reforzar los hábitos de higiene y cuidado personal, clave en este momento pero importante para toda la vida en términos de prevención de otras patologías.
Está
comprobado por diferentes investigaciones científicas que el miedo excesivo así
como el cuidado extremo, fuera de lo esperable en términos preventivos, pueden
causar en los niños miedo, ansiedad o angustia. Por ello, es importante que los padres transmitan la importancia
del cuidado e higiene personal dentro de parámetros esperables sin magnificar o
sobredimensionar esto.
A medida que las escuelas comiencen a reabrir en todo el país, los padres, deberán tomar decisiones en relación a numerosos factores, como las preferencias individuales, las cuestiones de salud, las situaciones laborales y las consideraciones escolares. Al tomar decisiones relacionadas con la escuela y su familia, hay muchas cosas en las que deben pensar más allá del aspecto académico, como por ejemplo el acceso a los programas de comidas escolares, las actividades extracurriculares, el apoyo social y emocional de pares y educadores, entre otros.
El acompañamiento de las familias ante el regreso a ese espacio colmado de afectos y personas significativas para los niños es sumamente importante, pero siempre debe serlo desde el sostén, la escucha y la prevención, no desde el miedo y la inseguridad. En cualquier caso, se trata de una nueva fase dentro de la pandemia en la cual, antes o después, los gobiernos tendrán que avanzar y los padres deberán decidir, aunque de nuevo, no existan recetas universales e infalibles.
En marzo de este año, empezamos a transitar la cuarentena y las consecuencias sociales, económicas, sanitarias, emocionales y psicológicas no tardaron en aparecer. Esto produjo un incremento en las consultas psicológicas ante los malestares e incertidumbres que aquejaban las personas, y lo siguen haciendo, los adultos, adolescentes y niños. Por ello, esta pandemia además de ser sanitaria creo que es una “pandemia emocional”, porque afecta a todos los individuos tanto emocional como psicológicamente más allá de tener padecimientos o patologías previas a esta situación.
Uno de los síntomas que más aparece es la incertidumbre de cómo será el mañana, si nos iremos a enfermar…aprendimos a vivir el día a día, eso puede generar niveles elevados de ansiedad, angustia, depresión, sentimientos de soledad, ataques de pánico, fobia, entre otros.
Creo que nunca se tuvo en cuenta la salud mental de la población, creo que podría tener que ver con qué todavía predomina el paradigma médico hegemónico y no se tiene en cuenta que somos una unidad, cuerpo y psiquismo, una sola cosa. La salud es un estado de bienestar bio-psico-social y económico, y la política del Estado se centró sólo en lo biológico. Recién ahora incorporaron algunos psicólogos y un psiquiatra, pero no se tuvo en cuenta el aspecto mental de la ciudadanía. Por suerte los humanos somos una especie muy resiliente. Abordar las respuestas sociales frente al sufrimiento emocional y psicológico que estas generan requiere del conocimiento y de la puesta en acción de personas y grupos especializados como psicólogos y psiquiatras, del desarrollo de estrategias de protección para afrontar, resistir o modificar las condiciones de vulnerabilidad y para construir elementos de apoyo y cuidado.
6-Estas situaciones excepcionales donde el mundo se ve atravesado ¿Qué crees que rescataremos como personas?
En esta compleja situación en la que estamos sumergidos y donde todos deberíamos sentirnos vulnerables, emerge lo peor, pero también lo mejor de cada ser humano. La visión de lo que nos acontece, podría llevar a la incorporación definitiva de un conocimiento que quedará adherido a la memoria por la emoción que nos produjo su descubrimiento, por ejemplo una comprensión emocionada, una resonancia empática, una captación repentina y global de algo.
El distanciamiento social, pensado como una manera de luchar contra la expansión del virus, podría generar una extrema inquietud sobre nuestros vínculos y reflexionar sobre ellos. Sobre todo con el vínculo más comprometido: con el de uno mismo.
No se trata, en tal caso, de una comprensión exclusivamente intelectual que podría llevar a un cambio de mentalidad, a una renovación de ideas, ya que por sí sola no implica un cambio de conciencia. Para lograr que la comprensión sea un proceso transformador, será necesario acompañarla de la emoción, abrirla a los sentimientos, resonar con lo que estamos presenciando.
Creo que esta grave crisis que estamos atravesando nos va a ayudar a transformar nuestra conciencia colectiva y a desarrollar las habilidades sociales que son sumamente importante en la vida en sociedad como la empatía, el altruismo, la comunicación, el saber escuchar al otro, pedir ayuda, disculparse, entre otras.
Muchas gracias Gisela por compartir tu experiencia, conocimiento y profesionalismo, el cual nos permite tener un panorama un poco más claro ,acerca de acompañar a nuestros hijos en el asilamiento y en esta situacion excepcional.
instagram @giselaconstantino
Este es un espacio de intercambio de opiniones y de expresión de emociones.
"Un mundo con gustito a pan y olor a esperanza te quiero dejar"
¿Qué sensación te deja esta entrevista?¿Que crees que debes revisar en la relación con tus vínculos cercanos? ¿Que sugerencia tomarias?
TE INVITO A OTROS RECORRIDOS dentro de blogs
https://enredoselizabeth.blogspot.com/2020/08/adversidad-y-resiliencia.html
Muy interesante
ResponderBorrar30 de Junio 2021 vuelvo a la lectura de esta entrevista ,hoy estamos parados en la bimodalidad, con la vacunacion en marcha (lenta en mi querido pais).Aun siento que la incertidumbre , el desconcierto y la manipulacion de algunas nocticias ,nos siguen digitando nuestro caminar.Pero quiero y debo educar en la ESPERANZA de un mundo con gustito a pan compartido ,disfrutado ,por nuestras INFANCIAS...
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